5 de julio de 2019 / 09:00 AM
Dar esperanza: esa es la misión que, según el Papa Francisco, tiene la Iglesia ante la crisis política y social que atraviesa Ucrania desde hace cinco años, cuando estalló el conflicto con el este del país y entre las comunidades ucraniano-parlante y ruso-parlante.
El Santo Padre recibió este viernes 5 de julio en el Palacio Apostólico del Vaticano a los miembros del Sínodo permanente de la Iglesia greco-católica ucraniana.
Ante ellos, el Papa hizo un diagnóstico de la crisis que Ucrania padece desde hace años: "Ucrania vive desde hace tiempo una situación difícil y delicada, desde hace cinco años herida por un conflicto que muchos llaman 'híbrido', compuesto de acciones de guerra donde los responsables se mimetizan; un conflicto donde os más débiles, los más pequeños pagan el precio más alto, un conflicto agravado por falsificaciones propagandísticas y manipulaciones de diferente tipo, también por el intento de implicar el aspecto religioso".