"La Iglesia, para seguir a Jesús, es itinerante, actúa de inmediato, rápidamente y decidida. El valor de estas condiciones establecidas por Jesús (itinerancia, disponibilidad y decisión) no se coloca en una serie de 'no' refiriéndose a cosas buenas e importantes en la vida. El acento, más bien, debe colocarse en el objetivo principal: ¡Transformarse en un discípulo de Cristo! Una decisión libre y consciente, hecha de amor, para corresponder a la inestimable gracia de Dios, y no hecha como una forma de promocionarse", expresó el Papa.
Sin embargo, el Pontífice reconoció que es triste cuando hay algunos que "piensan que están siguiendo a Jesús para promocionarse, es decir, para hacer una carrera, para sentirse importantes o para adquirir un lugar de prestigio. Jesús nos quiere apasionados por Él y el Evangelio. Una pasión del corazón que se traduce en gestos concretos de disponibilidad, de cercanía a los hermanos más necesitados, de acogida y de cuidado. Así como Él mismo vivió", dijo el Papa.
De este modo, el Santo Padre rezó: "¡Que la Virgen María, icono de la Iglesia en camino, nos ayude a seguir con alegría al Señor Jesús y a anunciar a los hermanos, con renovado amor, la Buena Noticia de la Salvación!".
Suscríbete a ACI Prensa
Recibe nuestras noticias más importantes por email.