En el momento de despegar, el Santo Padre envió un telegrama al Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, en el que le dirige un saludo cordial y le dirige sus mejores deseos para "el querido pueblo italiano", al que imparte su bendición apostólica.
"En el momento en el que dejo Roma para dirigirme a los Emiratos Árabes Unidos como peregrino de paz y de fraternidad entre los pueblos, me es grato dirigirle a usted, Señor Presidente, mi saludo deferente, que acompaño con fervientes deseos de bien a todo el pueblo italiano, al cual dirijo de buen grado la bendición apostólica", fue el telegrama del Papa.
Este viaje apostólico del Papa Francisco a los Emiratos Árabes Unidos tendrá un gran peso interreligioso, aunque no menos importancia tendrá el encuentro con la comunidad cristiana local, formada en su totalidad por inmigrantes, sobre todo de origen asiático, instalados en el país por motivo laborales.
Según fuentes difundidas por el Vaticano, alrededor del 10% de los 9 millones de los ciudadanos de los Emiratos son cristianos en un país en el que el 76% se declaran musulmanes y donde el ordenamiento jurídico está inspirado en la sharía.