Finalmente, el Ayuntamiento decidió poner una placa bajo la estatua nombrándola "Aqvedvcti artifex".
Desde la Asociación San Miguel y San Frutos también subrayan que la representación del diablo con un móvil en la mano, aunque sea de forma jocosa, "resulta ofensiva para los católicos, porque supone una exaltación del mal, y utilizar el nombre de Dios, sobre lo que más repulsa produce a un católico, que es el diablo".
"En el arte sagrado, la iconografía diabólica está inscrita en un marco doctrinal y ritual que garantiza su eficacia psicológica, moral y espiritual, en todos los casos citados la fisonomía diabólica es repulsiva y despreciable, no amable y seductora, como la del 'diablo bonachón, sin maldad' que ustedes han concebido", aseguran en la petición de Change.