26 de agosto de 2018 / 04:55 AM
El Papa Francisco presidió el rezo del Ángelus desde la explanada adyacente al santuario de Knock, en Irlanda, y una vez más pidió perdón por los abusos sexuales por parte del clero y rezó para que no vuelva a ocurrir.
"Rezando delante de la imagen de la Virgen, le he encomendado de modo particular a todas las víctimas de abusos por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda", explicó ante los fieles reunidos.
"Ninguno de nosotros puede dejar de conmoverse por las historias de los menores que han sufrido abusos, a quienes se les ha robado la inocencia y se les ha dejado una cicatriz de recuerdos dolorosos. Esta herida abierta nos desafía a que estemos firmes y decididos en la búsqueda de la verdad y de la justicia".