La pequeña Lara nació en julio de 2013, en el período de la Romería del Divino Padre Eterno, cuya fiesta se celebra en el primer domingo de ese mes; así, la niña fue creciendo en una familia católica que le enseñó a amar esta devoción, que decidió elegirla como tema para celebrar su quinto cumpleaños.
Así, el sábado 23 de junio se celebró la fiesta de Larinha con la devoción al Divino Padre Eterno representada en cada detalle de la decoración, de la invitación y de los recuerdos.