"El dolor es muy grande", expresó el Obispo Auxiliar de Managua (Nicaragua), Mons. Silvio Báez, al recordar a los jóvenes que murieron la semana pasada durante la represión del Gobierno contra los miles de manifestantes que rechazaban las reformas del Seguro Social.
Durante una entrevista difundida en las redes sociales, el Prelado hizo el esfuerzo por contener las lágrimas cada vez que se refirió a los jóvenes muertos. Según informó el viernes la Comisión Permanente de Derechos Humanos la cifra de víctimas mortales llegó a 58, mientras que el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos dijo a CNN que los fallecidos eran 42.
"He llorado porque han muerto tantos jóvenes, sin necesidad y en modo injusto, y con una crueldad sin límite. He llorado porque muchos han sido torturados de una manera inhumana", manifestó Mons. Báez.