El pasado sábado 21 de abril tuvo lugar una vigilia de oración y una Misa por la paz en la catedral de Valencia (España), presidida por el Cardenal Antonio Cañizares que animó a creer "en la fuerza de la oración" ante la situación "tan delicada que vivimos, en la que vemos con pavor la paz amenazada".
El Arzobispo de Valencia también aseguró que "nos hacemos compañeros de camino de quienes se ven obligados a dejar la propia tierra a causa de los conflictos armados, de los ataques terroristas, de las carestías, o de los regímenes opresivos", y pidió a los representantes de las naciones "el valor de evitar que se propaguen los conflictos, y de acabar con el tráfico de armas de destrucción masiva y de armas químicas letales".
Para conseguirlo pidió utilizar la único arma que tienen los cristianos y que "es muy poderosa", a pesar de que "no la usamos lo suficientemente con la esperanza y la confianza que debiéramos", es decir, "la unidad en la oración y especialmente, la oración de la Eucaristía",