En el recorrido se medita la palabra de Jesús camino al calvario y se ora por la historia de Formosa, no exenta de dolor y sacrificio, a través del recuerdo de los obreros y profesionales que levantaron el pueblo, los aborígenes, soldados, misioneros, religiosos y todos aquellos que han contribuido en la construcción de esa localidad.
Misa conclusiva. Foto: P. Marcelo Araujo
Las intenciones que presenta la comunidad van desde los conflictos sociales de otros países así como los problemas locales. En palabras de Mons. Scozzina: "El Vía crucis al final es una oración, es una historia y es un compromiso de cambio".