Cerca de 40 cadáveres de cristianos, fueron hallados a inicios de marzo en una fosa común cerca de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.
Fuentes de la Iglesia Ortodoxa Siriaca dijeron al periódico local Alghad Press que la fosa está en la localidad de Badush y fue encontrada por las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una colación militar aliada al Gobierno iraquí y que está formada por fuerzas chiíes, suníes, cristianas y yazidíes.
Esos cristianos "habrían sido secuestrados en la región. Muchos de los restos humanos fueron enterrados juntos. Algunos de estos eran de mujeres y niños. Ellos tenían pequeñas cruces consigo", indicaron las fuentes.