Precisó que se ha tomado conciencia a lo largo de los años de que en la "revolución sexual" están aliados el Parlamento Europeo, la ONU y las grandes multinacionales con sus fundaciones respectivas "que promueven la agenesia, con el título de salud reproductiva, la deconstrucción de la antropología cristiana, la cultura que deriva del cristianismo y la disolución del matrimonio y de la familia".
Los métodos utilizados para ello han sido desde "la manipulación del lenguaje, pasando por la introducción de los nuevos estándares para la educación sexual, hasta la formulación de nuevos derechos que se han visto reflejados en las nuevas leyes aprobadas con un corto límite de tiempo".
"Creo que con todo esto queda claro que el último propósito es acabar con la civilización cristiana y, en definitiva, doblegar a la Iglesia Católica como ha sucedido con otras confesiones cristianas", aseguró el Prelado.
Mons. Reig Pla explicó que de esta manera "la sexualidad ha dejado de ser contemplada como una dimensión esencial de la persona, se niega la diferencia sexual y se reduce a un simple impulso gobernado por una libertad al margen de los significados del cuerpo y de toda identidad humana", por lo que "todo es reconducido a una libertad enloquecida sin el orden de la naturaleza de la persona y sin los bienes y valores que le son inalienables".