El director de una escuela italiana, a la que asisten niños entre 3 y 10 años en la ciudad de Palermo en el sur del país, prohibió que los profesores hagan rezar a los pequeños antes de comenzar las clases y antes de tomar la merienda cotidiana. Sin embargo, la reacción de los padres no se hizo esperar.
Según informa la agencia italiana Ansa, Nicoló La Rocca, director del colegio estatal y comunal Ragusa Moleti, dio a conocer la medida en un comunicado este jueves 23 de noviembre, algo que sorprendió a los niños y sus padres.
Los padres de familia, el día siguiente 24 de noviembre, decidieron que sus hijos ingresaran al aula con un crucifijo y un Rosario en el cuello a modo de protesta.