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16 de mayo de 2017 / 07:27 PM
El Arzobispo de Sidney, Mons. Anthony Fisher aplaudió el rechazo de dos proyectos de ley que pretendían legalizar el aborto en el estado australiano de New South Wales.
Las iniciativas fueron rechazadas el pasado jueves 11 de mayo en el consejo legislativo de New South Wales por 24 votos contra 14.
Mons. Fisher expresó a través de una publicación en Facebook que es "una gran noticia" la derrota de estos proyectos de ley "extremos" para legalizar el aborto.
En New South Wales el aborto está considerado como un acto criminal, aunque se puede practicar si la salud física o emocional de la mujer está en riesgo.
Según indicó el grupo Right to Life NSW, en el estado se practican al año entre 25 mil y 35 mil abortos.
Mons. Fisher señaló que estos proyectos de ley hacían "que el aborto sea legal por cualquier motivo y hasta el momento del nacimiento. Y anularían los derechos de conciencia de los médicos".
El mes pasado, el Prelado pidió a los católicos que firmen una petición para rechazar la legalización del aborto en el estado.
Un comunicado publicado en el sitio web de la Arquidiócesis de Sídney, señaló que estos proyectos de ley forzarían a los médicos que se oponen a practicar el aborto a remitir a las pacientes a un profesional que sí lo haga.
También habrían prohibido a los pro-vida acercarse a menos de 150 metros de una clínica abortista.
Estas medidas habrían hecho que "vigilias de oración como la de 40 Días por la Vida sean penalizadas con multas de miles de dólares o más de 12 meses de cárcel".
La petición destacó que estas leyes "limitan la libertad de expresión y de reunión" y descartan "las restricciones contra personas no calificadas que realizan un aborto, incluyendo abortos autoadministrados".
"Además, (la legislación) no incluye protecciones para asegurar que las mujeres den un consentimiento totalmente informado y anule cualquier objeción profesional o de conciencia que los médicos puedan tener al aborto", subrayan.
Asimismo, indicaron que estas leyes "hacen caso omiso a la realidad de que muchas mujeres abortan como resultado de la presión, coerción, falta de apoyo y/o la violencia doméstica de otros, particularmente sus parejas masculinas; y eliminan las protecciones para la salud de las mujeres".
Traducido por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en CNA.
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