El P. Jacques Mourad, sacerdote sirio secuestrado por el grupo terrorista Estado Islámico en 2015, aseguró que sus "armas espirituales" durante sus 5 meses de cautiverio fueron abandonarse a Dios, confiar en la Virgen María y rezar el Rosario.
El P. Mourad participó en la Noche de los Testigos, un evento organizado en Europa del 23 al 27 de marzo, por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
"En el camino hacia Al Raqa hacia lo desconocido, una frase que resonaba en mi interior me ayudó a aceptar lo que estaba pasando y abandonarme en el Señor: 'voy de camino hacia la libertad'. La presencia de la Virgen, nuestra Madre, y la oración del Rosario fueron mi segunda arma espiritual".