Ante las preguntas de los periodistas, la Santa Sede se pronunció ayer sobre dos recientes ordenaciones episcopales celebradas en China en las que participó un obispo ilegítimo –que no cuenta con el mandato pontificio–, e indicó que "entiende y comparte" el dolor de los fieles que se han sentido incómodos con la presencia de dicho obispo, cuya situación canónica sigue en estudio en el Vaticano.
En un comunicado publicado ayer, la Santa Sede se refirió a las ordenaciones de Mons. Giuseppe Tang Yuange en la Diócesis de Chengdu, y de Mons. Lei Jiapei en la Diócesis de Xichang. En ambas estuvo presente Mons. Lei Shiyin, obispo ilegítimo, es decir que no está en comunión con Roma.
"Algunos periodistas –señaló el texto– han pedido la opinión de la Santa Sede sobre las recientes ordenaciones episcopales en Chengdu y Xichang y sobre la novena Asamblea de Representantes Católicos Chinos", órgano del gobierno que debe reunirse del 26 al 30 de diciembre en Pekín (China), para asignar los cargos de la Asociación Patriótica y del Consejo episcopal, creados también por el régimen y por tanto no reconocidos por la Iglesia.