El consistorio del pueblo de Calamocha, en la ciudad de Teruel (España) organizó la fiesta de Halloween titulada 'el convento del terror' en el antiguo convento de las religiosas Concepcionistas Franciscanas, cerrado desde el año 2007 pero en el que se celebra todos los días misa en la capilla. Esta celebración ha levantado una fuerte protesta entre los vecinos y desde el consejo parroquial lo consideran una falta de respeto.
Según informaciones publicadas en la web Religión Confidencial, desde el consejo parroquial de Calamocha, integrado por Cáritas, Manos Unidas, y otras asociaciones, se han mostrado "en total desacuerdo" ante la elección del lugar para la fiesta del pasado 31 de octubre ya que "ahí se celebra la misa todos los días, se dan clases de catequesis a los niños y se guardan algunos pasos de Semana Santa. No es el sitio adecuado para celebrar Halloween".
El convento de las monjas Concepcionistas Franciscanas estuvo durante más de 300 años en uso, pero se cerró en el año 2007.