En su Audiencia General del 17 de agosto, en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco exhortó a los fieles a ser "signo visible de la misericordia de Dios", para que descienda "la comunión y la paz entre los hombres y la comunión de los hombres con Dios".
El Santo Padre dedicó su catequesis a "la misericordia como instrumento de comunión", tomando como base el milagro de la multiplicación de los panes y peces relatado en el Evangelio de San Mateo, y dijo que el "camino a seguir" señalado por Jesús a sus discípulos, es "saciar al pueblo y tenerlo unido; es decir, estar al servicio de la vida y de la comunión".
"Pues invoquemos al Señor, para que haga siempre a su Iglesia capaz de este santo servicio, y para que cada uno de nosotros pueda ser instrumento de comunión en su propia familia, en el trabajo, en la parroquia y en los grupos de pertenencia".