1 de julio de 2016 / 03:05 AM
Tras la masacre en el bar gay Pulse de Orlando, en Estados Unidos, que acabó con la vida de 49 personas y más de medio centenar de heridos, algunos responsabilizaron a la Iglesia Católica de ser uno de los instigadores del odio contra los homosexuales. ¿Cuánto de verdad hay en esta acusación? El P. Hugo Valdemar, director de la Oficina de Comunicación Social del Arzobispado de México, responde.
La madrugada del 12 de junio, Omar Mateen ingresó al bar gay Pulse y disparó contra los asistentes, antes de caer abatido por las autoridades.
El grupo terrorista Estado Islámico se atribuyó el atentado. Informes posteriores revelaron que Mateen, en llamadas telefónicas al 911 durante el ataque, se declaró fiel a la organización extremista musulmana.