20 de noviembre de 2015 / 07:53 AM
Esta mañana, al presidir la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió que la Iglesia siempre sufrirá la tentación de un poder que no es el que Jesucristo quiere para ella, y aseguró que donde está Jesús no hay lugar para la mundanidad ni la corrupción.
El Santo Padre recordó el Evangelio de hoy, en el que los jefes del Templo, los jefes de los sacerdotes y los escribas "habían entrado en un proceso de degradación y haciendo que el Templo resultara 'sucio'. ¡Habían ensuciado el Templo!".
"El Templo es un icono de la Iglesia", explicó el Papa. "¡La Iglesia siempre, siempre, sufrirá la tentación de la mundanidad y la tentación de un poder que no es el poder que Jesucristo quiere para ella!".