Guzmán Carriquiry es el Vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina en el Vaticano y, como tal, el laico de más alto rango en la Curia. Uruguayo, trabaja en la Santa Sede desde hace más de 40 años y se ha dedicado al servicio a la Iglesia, colaborando con varios Pontífices. Ahora, con el Sínodo de los Obispos en marcha, explica cuál es el desafío que tiene esta asamblea en la que el mundo ha puesto los ojos.
En el programa Sínodo para la Familia, que ha comenzado a transmitir en vivo EWTN desde Roma en español, inglés y alemán, Carriquiry dijo que "no podemos quedarnos en el lamento de que todo tiempo pasado fue mejor o marcar con el dedo las miserias que se viven hoy día en el matrimonio".
Con 44 años de casado, 4 hijos y diez nietos, el profesor Guzmán Carriquiry dijo que el desafío del Sínodo y de los católicos de todo el mundo consiste en "lanzar una nueva y gran misión evangelizadora que abrace a los matrimonios del mundo, en la situación que se encuentren, para romper prejuicios y resistencias y llegar al corazón de las familias con la experiencia de la belleza fundada en el Evangelio de Cristo porque solo la belleza provoca el seguimiento".