Este 1 de septiembre se celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, establecida por el Papa Francisco en el año 2015, en consonancia con el tema de su encíclica Laudato si' (Alabado seas), sobre el cuidado de la casa común.

Con esta Jornada Mundial se inicia además el llamado "Tiempo de la Creación", que se desarrolla desde hoy hasta el próximo 4 de octubre, día en que la Iglesia celebra la fiesta del gran San Francisco de Asís.

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Este domingo, tras el rezo del Ángelus en el Vaticano, el Papa Francisco señaló: "Auspicio de parte de todos, instituciones, asociaciones, familias y todas las personas, un esfuerzo concreto por nuestra casa común. El grito de la Tierra herida se está convirtiendo en algo siempre más alarmante y exige una acción decisiva e improrrogable".

El 30 de agosto, el Santo Padre animó también a rezar, a todos los fieles del mundo y durante el mes de septiembre, por “el clamor de la tierra”, que termina afectando a los más vulnerables del planeta.

En su mensaje para la jornada mundial de este 2024, publicado el 27 de junio y que lleva como título “Espera y actúa con la creación”, el Papa Francisco explica que cada uno de los creyentes tiene fe “porque habita en nosotros el Espíritu Santo” y este Espíritu “hace a los creyentes creativos, pro-activos en la caridad”, en el amor.

Con esto, prosigue el Santo Padre, cada fiel puede tener la certeza de que la muerte no es el final: “He aquí la gran esperanza: el amor de Dios ha vencido, vence y seguirá venciendo siempre. A pesar de la perspectiva de la muerte física, para el hombre nuevo que vive en el Espíritu el destino de gloria es ya seguro”.

El Papa Francisco destaca además que “la salvación cristiana entra en la profundidad del dolor del mundo, que no sólo afecta a los seres humanos, sino a todo el universo; a la naturaleza misma, oikos del hombre, su ambiente vital; comprende la creación como ‘paraíso terrenal’, la madre tierra, que debería ser lugar de alegría y promesa de felicidad para todos”.

En ese sentido, prosigue, es necesaria “la esperanza que no defrauda” y que es realista ante el “gemido” de la creación y de los hombres, que deben vivir en armonía para que se extienda a la casa común de todos.

Tras hacer una breve reflexión sobre los males del mundo, el Papa remarca que “la salvación del hombre en Cristo es esperanza segura también para la creación”.

El Pontífice subraya además que “esperar y actuar con la creación significa, en primer lugar, aunar esfuerzos y, caminando junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, contribuir a ‘repensar entre todos la cuestión del poder humano, cuál es su sentido, cuáles son sus límites’”.

“Hoy es urgente poner límites éticos al desarrollo de la inteligencia artificial, que, con su capacidad de cálculo y simulación, podría ser utilizada para dominar al hombre y la naturaleza, en lugar de ponerla al servicio de la paz y el desarrollo integral”, continúa.

El Papa Francisco precisa luego que “el cuidado de la creación no es sólo una cuestión ética, sino también eminentemente teológica, pues concierne al entrelazamiento del misterio del hombre con del misterio de Dios”.

“Esperar e actuar con la creación significa, pues, vivir una fe encarnada, que sabe entrar en la carne sufriente y esperanzada de la gente, compartiendo la espera de la resurrección corporal a la que los creyentes están predestinados en Cristo Señor”, destaca.

“Una vida que se convierte en un canto de amor a Dios, a la humanidad, con y por la creación, y que encuentra su plenitud en la santidad”, concluye el Papa Francisco.

Publicado originalmente el 1 de septiembre de 2023. Ha sido actualizado con el mensaje de 2024 para su republicación