24 de junio de 2015 / 11:48 AM
El Papa Francisco dedicó su catequesis en la Audiencia General de hoy a reflexionar sobre las heridas en la familia y su impacto en sus miembros. En la parte final de su alocución se refirió a los casos en los que las separaciones pueden ser "inevitables".
El Santo Padre dijo que "cuando el hombre y la mujer se transformaron en una sola carne, todas las heridas y todos los abandonos del papá y de la mamá inciden en la carne viva de los hijos".
Sin embargo, continuó, "es verdad que hay casos en los cuales la separación es inevitable. A veces puede volverse incluso moralmente necesaria, cuando precisamente se trata de sustraer al cónyuge más débil o a los hijos pequeños, a las heridas más graves causadas por la prepotencia y por la violencia, por el desaliento y por la explotación, por la ajenidad y la indiferencia".