Varios sacerdotes han confirmado que los llamados del Papa Francisco a tomar consciencia de la existencia del diablo y mantenerse siempre en guardia, han hecho que cada vez más fieles –incluso personas no creyentes- busquen ayuda de exorcistas. Sin embargo, ¿es necesario que los padres hablen de esta realidad con los más pequeños? El P. César Truqui señala que sí es necesario y explica por qué.
"La experiencia de un amigo, sacerdote de una parroquia de montaña frecuentada por muchos niños, explica bien por qué es importantes hablarles", inicia el P. Truqui, uno de los organizadores del reciente curso de exorcismo realizado en Roma (Italia).
"Durante el catecismo –indica-, él parte de la narración de la Creación contenida en el primer libro del Génesis, y luego, cuando llega a la tercera parte, explica la caída del hombre tentado por el demonio, que culmina así: una simple creatura que se rebela a Dios". "Esconder la existencia del diablo pone en peligro la fe, porque sin una comprensión de quién es y de su opción que lleva a la condenación, no se puede ni siquiera comprender la Encarnación y la Iglesia para salvarse", señaló.