El Papa Francisco envió a través de la Nunciatura Apostólica en Chile la suma de 50 mil dólares para contribuir con los afectados por los más de 15 aluviones simultáneos que afectaron gran parte del norte del país en marzo.
Mediante el Pontificio Consejo "Cor Unum" el Papa ha hecho esta donación para contribuir a las ayudas primarias (medicamentos, alimentos y otras necesidades urgentes) de las poblaciones duramente afectadas por las inundaciones.
Estas ayudas son fruto de las donaciones que los católicos de todo el mundo, animados por un espíritu de comunión y solidaridad, ponen cada año –mediante el Óbolo de San Pedro- a disposición del Santo Padre para las obras de caridad.