El Obispo de Kansas City-San José, Mons. Robert W. Finn, de 62 años, renunció al cargo cerca de dos años después de haber sido el primer obispo de Estados Unidos condenado por no reportar sospechas de abuso infantil cometido por un sacerdote de su diócesis.
La Santa Sede confirmó este 21 de abril que el Papa Francisco aceptó la renuncia de acuerdo al canon 104, artículo 2, del Código de Derecho Canónico, que establece que cuando un obispo diocesano está en incapacidad de cumplir con su cargo por motivos de salud o alguna otra causa grave, debe presentar su dimisión.
La renuncia tomará efecto inmediatamente y, aunque todavía será obispo, no administrará la diócesis. El Vaticano no informó qué hará Mons. Finn luego de su renuncia.