¿Una clínica “tipo spa” puede hacer menos doloroso el aborto?

El número de estadounidenses en contra del aborto crece cada año y este rechazo amenaza el macabro negocio. En este contexto, Carafem, una nueva clínica abortista en Maryland (Estados Unidos) pretende hacer del aborto químico, a través de una píldora, una práctica regular de las mujeres y una experiencia "acogedora".

"Si tu condón se rompe o tus pastillas anticonceptivas fallan, es muy posible que te sientas muy estresada y atemorizada. Bien, tienes suerte, porque Carafem tiene algunos consejos útiles para navegar a través del pánico", asegura la clínica de aborto en su sitio web.

"Si ya has realizado la prueba de embarazo que dice que estás embarazada, y no quieres estarlo, busca la píldora del aborto", aconseja.

La clínica ha sido catalogada por Sandhya Somashekhar, periodista de The Washington Post, como "tipo spa".

"Carafem busca sentirse más como un spa que un centro médico", aseguró Somashekhar, en un artículo publicado el 30 de marzo, titulado "Nueva clínica de aborto tipo spa es parte de una tendencia para desestigmatizar el procedimiento".

La clínica ofrece hacer "manejable" el aborto, aunque reconoce que "la mayoría de mujeres comienzan a sangrar a los 30 minutos después de tomar la segunda medicación" y seguirá sangrando entre tres y seis horas después.

Pero, ¿puede ser el aborto algo placentero como lo promueve Carafem? Para la presidenta de la organización pro-vida estadounidense National Right to Life, Carol Tobias, la propuesta de la clínica de aborto está equivocada.

En declaraciones a The Washington Post, Tobias subrayó que "el aborto no es placentero, e intentar poner envolturas bonitas alrededor del procedimiento no va a hacer ninguna diferencia".

Por su parte, Marjorie Dannenfelser, presidenta de la organización pro-vida Susan B. Anthony List, recordó que aún quienes apoyan la práctica legal de abortos reconocen que está moralmente mal.

Dannenfelser señaló que esas personas prefieren pensar en el aborto "como un mal necesario".

"Incluso las personas que apoyan el derecho al aborto no necesariamente lo ven como algo para celebrar", indicó.