La diócesis de Guipuzcoa celebra anualmente una marcha desde Oñati (Guipúzcoa) hasta el santuario de Aranzazu en la que en este año se ha tenido especialmente presente a los cristianos perseguidos bajo el lema 'Misericordia sin límites'.
Antes de comenzar la caminata, el Obispo de San Sebastián ha denunciado "el drama de los cristianos perseguidos" en Oriente Medio y "la situación límite en que se encuentran" ante la indiferencia de Europa.
Mons. Munilla recordó que en Irak hay zonas en las que después de 1.800 años de historia cristiana, esta Navidad ha sido la primera "en la que no ha habido ninguna celebración cristiana en el Valle del Tigris y en Mosul".