En su columna semanal, Mons. Gómez señala que la Corte Suprema de Estados Unidos deliberará sobre los problemas que implica el uso de las inyecciones letales para la pena de muerte. El año pasado hubo 35 ejecuciones en todo el país.
Durante los últimos años, se presentaron casos de incidentes durante la aplicación de la inyección letal. Por ejemplo, un convicto no murió instantáneamente al ser inyectado, sino que agonizó durante 40 minutos. También se ejecutó a personas inocentes que fueron condenadas por errores judiciales.
En el artículo, el Prelado desarrolla la postura de la Iglesia, fundada en los Evangelios, el Catecismo y las enseñanzas de dos santos.