19 de diciembre de 2014 / 11:45 AM
El Papa Francisco recibió este viernes a una delegación de las provincias italianas de Verona y Catanzaro que este año ofrecieron el Belén y el árbol de Navidad que decoran la Plaza de San Pedro, dos signos navideños que también llegan al corazón "de los que no creen, porque hablan de fraternidad, de intimidad y de amistad" e invitan "a la unidad, a la concordia y a la paz".
''Los valores del cristianismo han fecundado la cultura, la literatura, la música y el arte de sus tierras y todavía hoy constituyen un patrimonio inapreciable que conservar y transmitir a las generaciones futuras", afirmó el Papa.
En ese sentido, agregó que "el Nacimiento y el árbol de Navidad, son signos navideños siempre sugestivos y amados por nuestras familias cristianas: recuerdan el misterio de la encarnación, el Hijo unigénito de Dios que se hizo hombre para salvarnos y la luz que Jesús trajo al mundo con su nacimiento".