Son al menos 700 las familias cristianas de Mosul y de la llanura de Nínive que viven como refugiados en viviendas y alojamientos precarios en Bagdad, después de haber sido forzados a abandonar sus hogares ante la ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico (ISIS).
Lo confirma a la agencia vaticana Fides, Raad Jalil Kajaji, responsable de la oficina de financiación para los cristianos, yazidis, sabeos y mandeos.
Explica además que el número de refugiados cristianos que han llegado a la capital continúa aumentando día a día, e instando a las organizaciones de socorro internacionales a apoyar con más fuerza a las autoridades locales para hacer frente a esta emergencia humanitaria.