26 de septiembre de 2014 / 09:56 AM
No se puede comprender a Cristo Redentor sin la cruz, sin que esté dispuesto a llevarla con Jesús. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
Cristiano es igual a "cireneo". El hecho de tener fe está en esta identificación: se pertenece a Jesús si se sostiene con Él el peso de la Cruz. De lo contrario se recorre una vía "buena" aparentemente, pero no "verdadera". El Santo Padre inspiró su reflexión en el Evangelio del día, en que Cristo pregunta a sus discípulos qué dice la gente sobre Él.
Según señala la nota de Radio Vaticana, Francisco observó que el episodio se enmarca en el contexto del Evangelio en que Jesús custodia "de modo especial su verdadera identidad". Y recordó que en varias ocasiones, cuando "alguien se acercaba" a comunicarla, "lo detenía", así como impide también varias veces al demonio que revele su naturaleza de "Hijo de Dios" venido a salvar al mundo. Esto, explicó el Papa, para que la gente no se equivocara y pensara en el Mesías como en un conductor, llegado para echar a los romanos. Sólo en privado, a los Doce, Jesús comienza a "hacer la catequesis sobre su verdadera identidad".