Durante el encuentro que sostuvo hoy el Papa Francisco con los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y movimientos laicales en la Catedral San Pablo de Tirana, la hermana religiosa Franciscana Estigmatina, Sor María Kaleta (85) relató cómo en medio del brutal régimen comunista ella daba testimonio de fe.
Sor María contó al Santo Padre que desde muy joven había sentido el "llamado del Señor sin saber todavía lo que significaba ser religiosa", ella vivía con sus padres, era hija única y gracias a las oraciones y los consejos de su tío sacerdote, tuvo la ayuda "para emprender este camino".
La religiosa asistió al convento de las Hermanas Franciscanas Estigmatinas por siete años, pero por el régimen comunista se vio obligada a abandonarlo y regresó a su casa junto a sus padres y a asistir a su tío el sacerdote que estaba en prisión, quien ahora su nombre junto al de su amiga (la única mujer de la lista y hermana de su misma congregación) está en proceso de canonización.