El Papa Francisco tuvo este jueves un encuentro con los obispos nombrados durante 2014 y en su discurso les pidió amar a los fieles que Dios les ha dado "aun cuando hayan cometido 'grandes pecados'", mostrándoles la misericordia del Señor; y evitar "la tentación de sacrificar su libertad rodeándose de cortes, facciones o coros de consenso".
Ustedes, afirmó el Papa, "son el fruto del trabajo duro y la incansable oración de la Iglesia que cuando tiene que elegir a sus pastores recuerda aquella noche que el Señor pasó en el monte, en presencia de su Padre, antes de llamar a aquellos que quería que estuvieran con él y que fueran enviados al mundo".
En ese sentido, les exhortó a nunca dar por sentado "el ministerio del que han sido investidos, no dejen de asombrarse ante el diseño de Dios ni el temor de caminar en conciencia hacia su presencia y hacia la presencia de la Iglesia que es ante todo suya".