El Papa Francisco recibió como obsequio este lunes 18 de agosto una corona de espinas confeccionada con los restos de la cerca original que sirvió para demarcar la línea divisoria entre Corea del Sur y Corea del Norte luego de la guerra que concluyó en 1953.
Antes de iniciar la Misa por la Paz y Reconciliación de la Península Coreana, el Santo Padre rezó unos momentos ante una imagen de la Virgen de Fátima y ante la corona de espinas colocada a sus pies, ubicadas ambas en el edificio junto a la Catedral de Myeong-dong.
En ese mismo edificio el Pontífice recibió y saludó uno por uno a diversos líderes religiosos de Corea del Sur.