El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Chilena (CECh), rechazó que se quiera equiparar la unión homosexual al matrimonio, cuando la primera no es la "unión entre un varón y una mujer y no tiene la estabilidad propia del matrimonio que, en la enseñanza bíblica posee dos notas características e inseparables: su aspecto unitivo (varón y mujer) y su vocación a la procreación".
"¿Para qué llamar con un nombre lo que no lo es?", preguntaron los obispos en una declaración difundida este lunes. "Las uniones de hecho no se pueden equiparar jurídicamente con la unión estable e indisoluble de un hombre y una mujer para formar familia y enfrentar juntos la vida, institución que merece el apoyo y la protección del Estado, pues origina la célula básica de la sociedad", expresaron.
"Si dos personas quieren convivir y compartir sus bienes, si quieren preocuparse de su herencia, podrían hacerlo sin leyes nuevas. Y, si se requiere una ley, creemos que hay que preocuparse de ese grupo humano, aunque minoritario, para que sean respetados y no discriminados por su condición y para que cuenten con los derechos básicos para una unión, pero no un matrimonio. Cosas de palabras, piensan algunos. Necesidad de entendernos, es lo que otros pensamos", añadieron.