Un grupo de investigadores de las universidades Durham y Lancaster, en Reino Unido, revelaron que los niños en el vientre pueden sentir el estrés de sus madres, e incluso pueden expresar este malestar físicamente, moviendo su mano izquierda hacia el rostro.
El estudio, publicado en la revista "Laterality: Asymmetries of Body, Brain and Cognition", apunta a que el estrés materno puede tener un efecto temporal en el niño por nacer, por lo que es conveniente evitarlo, en la medida de lo posible.
La doctora Nadja Reissland, que trabaja en el departamento de Psicología de la Universidad de Durham y es la autora principal del estudio, indicó que esta investigación "sugiere que el estrés podría tener efecto sobre el comportamiento del niño en el útero y subraya la importancia de reducir el estrés materno durante el embarazo".