Que mensaje del Papa Francisco en Tierra Santa suscite justicia y paz, espera Patriarca de Jerusalén

27 de mayo de 2014 / 07:21 AM

Mons. Fouad Twal es el Patriarca Latino de Jerusalén y como tal dirige la Iglesia Católica en Israel, Territorios Palestinos y Jordania y es Arzobispo de Jerusalén, razón por la cual ha sido uno de los principales acompañantes del Papa Francisco en su visita histórica a Tierra Santa.

Ante un viaje como este Mons. Twal ha recordado que uno de los momentos más importantes ha sido "el encuentro en el Santo Sepulcro entre el Papa Francisco con el Patriarca Ortodoxo de Constantinopla Bartolomé".

Según precisa el Arzobispo de Jerusalén, "la visita es pastoral, ciertamente, es un viaje espiritual como lo afirmó varias veces el Papa, para rezar y dialogar con los otros pero no falta la dimensión política. Su palabra y gestos iluminarán tanto a personas comunes como a los dirigentes políticos", ha afirmado.

Y es que según explica Mons. Twal "la situación en Medio Oriente es muy compleja, muy complicada. El número de los refugiados en Jordania sigue en aumento con lo que significa de injusticia para dichas personas y, desestabilización para un Reino pequeño como Jordania. De allí que la paz en Siria ayudará a restablecer el frágil equilibrio regional, sanando a su vez las heridas de la guerra en el pueblo sirio y haciéndole recobrar la serenidad de vida al pueblo jordano".

Porque los temas que afronta Oriente Medio son muchos y muy variados, entre ellos Su Beatitud destaca como "tema preocupante" el despertar del fanatismo en algunos ambientes musulmanes y judíos y afirma que "el fanatismo no es nunca el camino válido para ninguna causa. Menos que menos cuando el fanatismo pretende usar el Nombre de Dios. Esperamos muchos de los mensajes de Papa Francisco para más justicia y paz".

Según asegura el anfitrión del Papa en Tierra Santa esta visita "es muy corta y ello hace que muchos cristianos y también muchas otras personas no puedan llegar a verlo. Por ejemplo, en Jerusalén, en donde la ciudad estará literalmente blindada, sólo un puñado de personas de la parroquia pudieron ver al Papa desplazándose a Belén", por eso se une al deseo de que "el Santo Padre pueda volver a Tierra Santa para que más gente tenga la posibilidad de verlo. Sabemos que sería algo totalmente fuera de lo común, pero sería una cosa óptima".

Se trata de un viaje que Mons. Twal ha definido como "una gran alegría en todos los cristianos de Tierra Santa. Ciertamente de un modo especial para los católicos, pero, a decir verdad, y gracias a la unión existencial que existe entre todos los creyentes de Cristo en la región, todos: católicos, ortodoxos, anglicanos, luteranos, todos aquellos que creen en el Señor Jesús reconocen, admiran y aman al Papa".

Según explica, "los Papas nos enseñan cuál es la actitud que debe tener el cristiano que viene a Tierra Santa. El cristiano viene como peregrino, viene a visitar los lugares santificados por la presencia de los Patriarcas, los profetas y especialmente por Jesucristo, viene a meditar en los misterios de nuestra salvación y a rezar, a unirse más con Dios", pero otro aspecto importante también es el de conocer cómo viven los católicos en Tierra Santa: "Todos los papas peregrinos han tenido un contacto directo con la comunidad cristiana del lugar que representa aproximadamente un dos por ciento de la población total".

Y aunque asegura que "no hay diferencias esenciales" entre los viajes que realizaron los predecesores de Francisco, sí que reconoce que "será hermoso participar a las manifestaciones y momentos de oración con el Santo Padre, pero será más hermoso aún leer los discursos del Papa Francisco, meditar y encontrar en el mensaje del santo Padre un programa de vida para todos, fieles laicos y religiosos, civiles y dirigentes políticos, cristianos, judíos y musulmanes".

A pesar de que se trata de un viaje pastoral, el Papa Francisco ha abierto las puertas del Vaticano para propiciar un encuentro entre palestinos e israelíes. Algo que Mons. Twal define como "una política constante de la Santa Sede intervenir por la Paz en el mundo entero, como en su momento intervino en el conflicto entre Argentina y Chile".

Por eso el Arzobispo de Jerusalén está seguro de que esta visita "ayudará al Papa a conocer mejor la compleja situación de la región. En Jordania con el encuentro con refugiados sirios y en Belén con el almuerzo con familias pobres de la zona además de la visita a los niños de tres campos de refugiados palestinos".

Por supuesto, los encuentros con autoridades israelíes y palestinas, judías, musulmanes, drusos y cristianos aportarán al Papa una visión interna de la situación en esa zona. Pero sobre todo, Mons. Twal espera "que el ejemplo y las palabras del Santo padre estimulen a los gobernantes a trabajar con determinación por una paz justa y estable".

Una paz justa y estable en la que el cabeza de la iglesia católica en Israel, Territorios Palestinos y Jordania asegura que hay que para conseguirla hay que encontrar "la solución de los dos Estados y ligado a éste el tema de las fronteras, deben ser dos Estados soberanos con fronteras reconocidas mutua e internacionalmente".

"Así se podrá dar una respuesta más realista al tema de los refugiados palestinos, a quienes se debe reconocer el derecho de retorno a su patria y finalmente el tema del estatuto de Jerusalén, garantizando el libre acceso de todos los creyentes a los lugares santos".