El Cardenal, que fue obispo de Hong Kong de 2002 a 2009, ha sido elogiado por su larga defensa de los católicos contra la opresión comunista y las violaciones de los derechos humanos en China continental.
También ha sido un firme partidario de la democracia y las libertades civiles en Hong Kong, especialmente cuando Beijing impuso su ley de seguridad nacional en junio de 2020. Después de que la ley entró en vigor, fueron arrestados destacados activistas prodemocráticos y periodistas, muchos de ellos católicos.
El Cardenal Zen dijo en septiembre de 2020 que los católicos arrestados bajo las disposiciones de la nueva ley estaban "simplemente poniendo en práctica la enseñanza social de la Iglesia", y afirmó que la democracia significaba "libertad y derechos humanos".
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