Reflexionando sobre la resurrección de Lázaro, que presenta el Evangelio de hoy, en sus palabras previas al rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco señaló que Jesús nos invita a a salir de la tumba en la que nuestros pecados nos han hundido, y aseguró que "no hay ningún límite a la misericordia divina ofrecida a todos".
El Santo Padre indicó que el Señor "nos invita, casi nos ordena, que salgamos de la tumba en la cual nuestros pecados nos han hundido. Nos llama insistentemente a salir de la oscuridad de la prisión en la que estamos encerrados, conformándonos con una vida falsa, egoísta, mediocre.'¡Salí afuera!', nos dice. '¡Salí afuera!'".
"El Evangelio de este quinto domingo de Cuaresma nos narra la resurrección de Lázaro. Es el culmen de los 'signos' prodigiosos realizados por Jesús: es un gesto demasiado grande, demasiado claramente divino para ser tolerado por los sumos sacerdotes, los cuales, cuando supieron del hecho, tomaron la decisión de matar a Jesús".