El Arzobispo de México (México), Cardenal Norberto Rivera, afirmó que la presencia de siete millones de fieles en los recientes festejos por la Virgen de Guadalupe son "un reflejo de que la gente en México avivó su fe", a la vez que destacó que la Iglesia siga siendo una de las instituciones de mayor confianza para los mexicanos, junto con la Marina y el Ejército.

Según el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), el Purpurado dio estas declaraciones durante el desayuno de fin de año con los periodistas realizado en el Club de Banqueros.

Durante la charla, el Arzobispo de México indicó que el actual avivamiento de la fe "también se muestra en nuestras comunidades parroquiales", donde "hay un mayor deseo de formarse en esa fe, de tener un conocimiento mayor de la fe para dar una razón a los demás de su esperanza".

Sobre la confianza de la población en la Iglesia. "Creo que la gente ve con mucha benignidad a la Iglesia porque, a pesar de nuestras deficiencias, a pesar de nuestras limitaciones, a pesar de los escándalos que hemos tenido dentro de la Iglesia, la ven como una institución confiable", expresó el Cardenal Rivera.

Asimismo, anunció que junto a otros cardenales, viajará el próximo año al Vaticano para informar al Papa Francisco sobre la reforma del sistema económico de la Santa Sede. "Ya fuimos citados para mediados de febrero para dar nuestra palabra al Papa Francisco sobre este asunto tan importante que el Papa quiere tratar a fondo, para que tome decisiones, lo que será motivo de grande alegría para la Iglesia", indicó.

Además, destacó como hechos importantes para el 2014 la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII. "Creo que a la Iglesia en México la va a llenar de alegría este acontecimiento, lo mismo que la canonización del Papa Juan XXIII, a quien se le recuerda por el gran impacto que tuvo al comenzar el Concilio Vaticano II, de donde partió una profunda renovación de la Iglesia", afirmó.

Finalmente, dijo que el año que viene seguirá visitando los Decanatos "para constatar que ya se haya realizado el trabajo previo de animación a los jóvenes, y que los párrocos hayan trabajado a favor de las vocaciones".

"Una Arquidiócesis como la de México no puede darse el lujo de abandonar ese campo que es el futuro de esta Iglesia, porque si no hay pastores, difícilmente la comunidad va a subsistir. Por eso estamos trabajando, no por lo de ahora ni lo de mañana, sino a largo tiempo para que esta Iglesia, siempre tenga los pastores que Dios le ha prometido", afirmó.