Un total repudio de diversas organizaciones –católicas, de otros credos y educativas– mereció la profanación de la iglesia de San Ignacio, el templo más antiguo de Buenos Aires (Argentina), tras constatarse que un grupo de alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires ingresaron por los túneles que unen ambos edificios, para realizar pintadas ofensivas, provocar destrozos, incendiar bancos y profanar el altar.
El rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Rubén Hallú, bajo cuya órbita está el colegio involucrado, manifestó su "preocupación y su más enérgico repudio a los actos de vandalismo cometidos presuntamente por alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires", ya que, advirtió, "no sólo se ha destruido parte del patrimonio de esta histórica iglesia, sino que también se ha agraviado a la religión católica".
"Como rector de una universidad pública, no arancelada, laica, abierta a la comunidad, este hecho significa una terrible aberración que no podemos dejar de despreciar. Esto claramente va en contra de nuestro espíritu y vocación de diálogo permanente", subrayó en un comunicado.