15 de agosto de 2013 / 03:51 PM
Antes de celebrar la Misa en la Plaza de la Libertad en Castel Gandolfo, el Papa Francisco sostuvo en encuentro con las clarisas del monasterio de clausura de Álbano, a quienes dijo que si San Pedro "cierra" las puertas del cielo a los pecadores, María las abre. Esa también es su misión, llevar con su oración a más hombres y mujeres a la vida eterna con Dios.
Radio Vaticana conversó con dos de las religiosas que estuvieron en el encuentro de casi 45 minutos con el Santo Padre. La Madre Vicaria, Sor María Concetta, dijo que el Papa "estaba tranquilo, distendido como si no tuviera nada que hacer o como si no pensara en alguna cosa. Nos ha hablado –de un modo que nos tocó mucho– de María, en esta Solemnidad de la Asunción, porque la mujer consagrada es un poco como María".
"Nos ha contado una bella historia que nos ha hecho reír a todos, incluso a él mismo: María está en el Paraíso; San Pedro no siempre abre la puerta cuando llegan los pecadores y por eso Maria sufre un poco, pero se queda quieta. Y en la noche, cuando se cierran las puertas del Paraíso, cuando nadie ve u oye nada, María abre la puerta del Paraíso y hace entrar a todos".