23 de abril de 2013 / 09:57 AM
El Papa Francisco sigue con mucha preocupación y eleva sus oraciones por dos obispos ortodoxos secuestrados ayer en Siria, en la ciudad de Aleppo (nombre musulmán para la histórica sede de Antioquía), que buscaban a su vez la libertad de dos sacerdotes raptados hace cuatro meses.
El Obispo metropolitano greco-ortodoxo de Alepo y Alejandría, Bulos Yaziji, y el metropolitano siriaco ortodoxo de Alepo, Yuhanna Ibrahim, fueron secuestrados ayer por un grupo armado mientras volvían de una aldea cerca de la frontera turca.
En la localidad de Kafar Dael un grupo de extremistas musulmanes armados los obligaron a bajar del vehículo. Los secuestradores obligaron a salir al chófer y a otra persona, "que quiere guardar el anonimato", dijo una fuente de la diócesis greco-ortodoxa a la agencia France Presse. "Según esa persona, los secuestradores hablaban árabe literario con acento extranjero, y le dijeron que eran yihadistas chechenos". El chófer, que también era sacerdote, fue asesinado a sangre fría.