26 de septiembre de 2012 / 10:42 AM
El Papa Benedicto XVI hizo hoy un especial llamado a los católicos a tener una disposición fundamental: dirigir el corazón y abrirlo dócilmente a Dios para rezar en la liturgia de la Iglesia.
En su habitual catequesis de la audiencia general celebrada esta mañana ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, el Papa reflexionó sobre la oración en la liturgia, un espacio "precioso" que es además "un ámbito privilegiado en el que Dios nos habla a cada uno de nosotros, aquí y ahora, y espera nuestra respuesta".
Tras recordar que liturgia significa originalmente "servicio de parte de y en favor del pueblo", el Papa resaltó el momento en el que el celebrante, durante la Misa, anima a levantar el corazón (Sursum corda) "fuera de la maraña de nuestras preocupaciones, de nuestros deseos, de nuestras angustias, de nuestra distracción".