En su habitual catequesis de la audiencia general, el Papa Benedicto XVI reflexionó hoy sobre la oración de Jesús antes de morir y alentó a los fieles no tener miedo a "gritarle" a Dios los sufrimientos y las penas del corazón, ya que siempre los escucha y nunca abandona, aunque a veces "pareciera" que no lo hace o que estuviera ausente.
Ante miles de fieles de distintas partes del mundo reunidos en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Papa señaló que así como Jesús en la cruz gritó "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?", los fieles pueden acercarse intensamente al Padre
"Esto sucede también en nuestra relación con el Señor: ante las situaciones más difíciles y dolorosas, cuando parece que Dios no escucha, no debemos tener miedo de confiarle todo el peso que llevamos en el corazón, ni de gritarle nuestro sufrimiento", dijo el Papa.