El Papa Benedicto XVI aseguró que la Iglesia necesita más que nunca de sacerdotes que con su vida den un testimonio creíble de santidad y explicó que para ello urge que los seminaristas reciban una profunda formación en los temas de fe y tengan una intensa vida espiritual.
El Santo Padre hizo esta afirmación al recibir esta mañana a los superiores y seminaristas de los Seminarios Pontificios regionales italianos Umbro Pio XI, de Asís; San Pío X, de Catanzaro; y el Campano, de Nápoles por el centenario de su fundación, que formó parte de la obra de mejora de la formación de los candidatos al sacerdocio llevada a cabo por los papas San Pío X y León XIII.
En su discurso, el Papa recordó unas palabras del Beato Juan XXIII: "Antes que sacerdotes cultos, elocuentes, puestos al día, se requieren sacerdotes santos y santificadores". Agregó que esta afirmación del Beato "es todavía actual, porque en toda la Iglesia es más fuerte que nunca la necesidad de operarios del Evangelio que sean testigos creíbles y promotores de santidad con su propia vida".