El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, condenó enérgicamente "el cobarde y despiadado asesinato de las periodistas Rocío González Trápaga y Marcela Yarce Viveros" perpetrado en la capital mexicana.
Los cuerpos de las periodistas fueron encontrados en la zona de Iztapalapa, con signos de haber sido estranguladas y con un disparo en la cabeza cada una.
Sobre el caso el fiscal de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, dijo que se investiga una hipótesis de un posible robo, pues una de las comunicadoras retiró horas antes de los hechos una fuerte suma de dinero.