Al presidir esta mañana la audiencia general en la plaza Libertad en Castel Gandolfo y continuando sus catequesis sobre la oración, el Papa Benedicto XVI explicó que la contemplación de las obras de arte también constituye un camino para llegar a Dios a través de la belleza.
En una mañana soleada y ante unos tres mil peregrinos llegados de todo el mundo, el Santo Padre aseguró que el arte "es como una puerta abierta hacia el infinito, hacia una belleza y una verdad que van más allá de lo cotidiano. Y una obra de arte puede abrir los ojos de las mentes y del corazón, impulsándonos hacia lo alto".
Seguidamente el Papa señaló: "quizá os habéis dado cuenta alguna vez que ante una escultura, un cuadro, algunos versos de una poesía, o alguna pieza musical, habéis sentido una íntima emoción, un sentimiento de alegría, de percibir aquello que claramente ante vosotros no es sólo material", sino "algo más grande, algo que habla, capaz de tocar el corazón, de comunicar un mensaje, de elevar el ánimo".