Al recibir el homenaje por sus 60 años de sacerdote, de un grupo de fieles de la localidad alemana de Traunstein, en donde celebró su primera Misa el 8 de julio de 1951, el Papa Benedicto XVI señaló que la certeza del amor de Dios permite a todo ser humano atravesar los "valles oscuros" de la vida.
En sus palabras a este grupo de católicos bávaros a quienes recibió el sábado 30 de julio en la residencia pontificia de Castelgandolfo, el Santo Padre señaló que "sin las iglesias, las cruces del camino, las capillas, Baviera no sería Baviera… El gozo y la cordialidad, la bondad, crecen solamente si el cielo sobre nosotros está abierto".
Luego del concierto ofrecido en su honor, Benedicto XVI señaló que "no todos los días hay sol, y a veces debemos atravesar por valles oscuros. Pero podemos hacerlo permaneciendo alegres y humanos: si hemos sido rozados por la certeza de que Él nos ama en todo, que Dios es bueno y que por esto es un bien ser hombre".