Al presidir ayer, fiesta de la Visitación de la Virgen, la procesión y el rezo del Rosario al finalizar el mes de mayo, el Papa Benedicto XVI exhortó a que la Madre de Dios permita que los cristianos respondan cada vez más generosamente al plan del Señor, abrazando la cruz, a ejemplo del Papa Juan Pablo II.
En sus palabras en la gruta de Lourdes luego de la procesión que se inició en la Iglesia de San Esteban de los Abisinios, que se encuentra detrás de la Basílica Vaticana, el Santo Padre hizo votos para que la Virgen María "nos guíe a una respuesta cada vez más generosa e incondicional a sus proyectos, también cuando estamos llamados a abrazar la cruz".
El Papa también recordó que "haber comenzado este mes de María con la memorable beatificación de Juan Pablo II ha sido y sigue siendo para todos un motivo de gran alegría y gratitud".